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Durante la soldadura MIG/MAG, TIG o manual por arco voltaico, el soldador se expone en mayor o menor medida a peligros como el humo de soldadura, las proyecciones y la radiación UV. Por ello es esencial elegir el equipo de protección correcto.
Las variantes de proceso modificadas, como PMC (Pulse Multi Control), LSC (Low Spatter Control) y CMT (Cold Metal Transfer), generan una menor cantidad de proyecciones y de humo. También reducen el trabajo de esmerilado para eliminar las proyecciones, que a su vez puede liberar más partículas de polvo fino.
Los procesos de soldadura automatizados que se llevan a cabo en celdas de soldadura debidamente equipadas (como Cobot) reducen los riesgos para la salud.
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Alta formación de humo y proyecciones |
Soldadura MIG/MAG La soldadura MIG/MAG es uno de los procesos de soldadura más comunes en el mundo. En este ámbito es especialmente importante garantizar una protección, ya que los diversos campos de aplicación y las diferentes variantes del proceso aumentan el riesgo por exposición a proyecciones, humo y radiación UV. Por tanto, deben adoptarse medidas de protección de alta eficacia. |
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Alta formación de humo y proyecciones |
Soldadura manual por arco voltaico Algunos de los riesgos habituales en la soldadura manual por arco voltaico son la corriente eléctrica, el calor, la radiación UV y, sobre todo, el humo, que es especialmente acusado en este tipo de soldadura. El tipo de sustancias peligrosas presentes en el humo de soldadura depende en gran medida del material de la barra central y de su envoltura. |
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Baja formación de humo y cero proyecciones |
Soldadura TIG Durante la soldadura con gas inerte de tungsteno se genera un humo poco visible. Esto, junto con las superficies altamente reflectantes del material base (que normalmente suele ser acero inoxidable o aluminio), provoca una mayor expansión de los rayos UV. Como resultado se genera una mayor cantidad de ozono, a menudo incluso a cierta distancia del punto de soldadura. |
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Baja exposición al humo y a la radiación UV |
Celda Cobot La celda de soldadura Cobot permite un inicio sencillo en la soldadura automatizada MIG/MAG. Todo el proceso de soldadura es automático, por lo que no se necesitan soldadores. Además, tanto el aislamiento con protección antideslumbramiento automática como el sistema de aspiración integrado proporcionan a las personas que se encuentran en torno a la celda de soldadura una protección óptima contra la radiación UV, las proyecciones y el humo. |
La soldadura es uno de los procesos de unión más antiguos y con más tradición de la historia de la humanidad. Tanto es así que es prácticamente imposible imaginar la industria y la artesanía sin procesos de soldadura. En este contexto, se hace necesario encontrar soluciones adecuadas para una amplia gama de materiales. Pero esto solo puede hacerse teniendo en cuenta factores tan importantes como la metalurgia, la física y la ingeniería eléctrica.
Es precisamente esta interacción la que hace de la soldadura un trabajo apasionante y al mismo tiempo estimulante, por los retos que plantea y las posibilidades que ofrece. Sin embargo, este trabajo también conlleva ciertos peligros para la salud de los soldadores que queremos proteger de forma adecuada y sostenible.
En todos los procesos de soldadura se genera humo, gases y vapores que afectan a los soldadores. El grado de nocividad del humo depende de varios factores a la vez: el proceso de soldadura, el material base y los materiales de aporte (barra y electrodo), así como el gas de protección.
Los materiales de aporte utilizados son responsables de la mayor parte de las partículas de humo. Si no se cuenta con la protección adecuada, el humo puede provocar dolor de cabeza, náuseas, enfermedades respiratorias y pulmonares crónicas, daños en el sistema nervioso e incluso cáncer.
El humo que se genera durante la soldadura está compuesto por sustancias en forma de partículas y gases. Dependiendo del material con el que se esté trabajando, las consecuencias para la salud serán diferentes.
*Fuente: Bundesanstalt für Arbeitsschutz und Arbeitsmedizin (Instituto Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo de Alemania): Technische Regeln für Gefahrstoffe, TRGS 528 (Normas técnicas para sustancias peligrosas)
Montaje experimental | Medición de emisiones | Tasa de emisión de humo de soldadura | Análisis químico | Medición de la exposición | Visión general | Reflexión y resumen
Descarga este estudio sobre el humo de soldadura en tres sencillos pasos.
Los ojos, la cara y la cabeza están expuestos a la nociva radiación ultravioleta e infrarroja durante el proceso de soldadura. Las caretas de soldadura automáticas protegen al soldador de esta exposición, así como de otros potenciales riesgos para la salud, como las proyecciones y las partículas de escoria.
Estas caretas detectan automáticamente el arco voltaico y se oscurecen enseguida. Las caretas con Bluetooth® son aún más rápidas y seguras: el equipo de soldadura las oscurece incluso antes de la ignición del arco voltaico, por lo que ofrecen la máxima seguridad y comodidad.
Todo el mundo conoce la desagradable sensación de mirar directamente al sol. Con el arco voltaico ocurre algo similar, solo que la radiación es mucho más intensa.
Un breve contacto visual con el arco voltaico no suele suponer ningún problema. Aunque el ojo se queda cegado, no sufre ningún daño y se recupera rápidamente. No obstante, si se mira el arco voltaico repetidamente o durante un tiempo, se producen daños permanentes en los ojos. En este caso, se habla de "cegado".
No se puede determinar a partir de qué momento se produce este efecto, ni el tiempo que tarda la vista en recuperarse. Por regla general, las molestias desaparecen al cabo de 24-48 horas sin que se produzcan daños secundarios a largo plazo.
Los soldadores describen esta dolorosa sensación de cegado como si "una piedra les hubiera impactado en el ojo":
Las personas afectadas suelen ser extremadamente sensibles a la luz y mantienen los ojos cerrados. Una pomada antibacteriana de la farmacia ayuda de manera muy efectiva a aliviar el dolor. Se recomienda también usar compresas frías para refrigerar el ojo.
Para que los soldadores estén protegidos de las altas temperaturas y de las proyecciones, es esencial que lleven ropa resistente al calor y de un material difícilmente inflamable. Además, es tanto o más importante que la ropa de protección esté preparada para soportar la carga diaria del soldador y que le sirva de apoyo en todo momento.
Para que un equipo de protección sea de alta calidad, debe reunir las siguientes características:
Usar la ropa de protección junto con escudos protectores del calor y prolongaciones de las teclas en la antorcha aumenta aún más la protección contra el calor en todas las tareas de soldadura.
La ergonomía es fundamental para ayudar y proteger al soldador durante su trabajo. Por tanto, se deben adoptar soluciones que garanticen no solo la seguridad en el trabajo, sino también el confort necesario para proteger los huesos y músculos.
Por ejemplo, los equipos de soldadura y los juegos de cables de bajo peso, las asas ergonómicas y antideslizantes de las antorchas, las opciones de cambio rápido y las unidades de funcionamiento flexibles facilitan mucho el trabajo diario de los soldadores y permiten así obtener mejores resultados, además de proteger su salud.
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